El ganadero Willem Alders esperaba que hubiera diferencias en la Eficiencia Alimentaria de las vacas. Sin embargo, que la variación dentro de su propio rebaño de 215 vacas sea tan grande sigue sorprendiendo al ganadero. En la granja lechera de la familia Alders, CRV lleva midiendo la ingesta de alimento de cada vaca desde 2017. Seis años de investigación han arrojado una gran cantidad de datos y perspectivas interesantes.
El 25% de las mejores vacas en Eficiencia Alimentaria de nuestra granja produjeron un promedio de 39,7 kg de leche y consumieron 23,1 kg de alimento. Esto significa una Eficiencia Alimentaria de 1,72", afirma Willem Alders. El 20% de las vacas con menor Eficiencia Alimentaria necesitaron en promedio 23,9 kg de alimento para una producción media de 32,2 kg de leche, lo que significa una Eficiencia Alimentaria de 1,35.
La mejora de la Eficiencia Alimentaria tiene potencial
La gran variación en la Eficiencia Alimentaria entre vacas que producen leche con la misma ración y en las mismas condiciones no puede significar otra cosa que existen grandes diferencias genéticas entre las vacas, según el ganadero. “Por lo tanto, existe la posibilidad de mejorar la Eficiencia Alimentaria", concluye. La mejora de la Eficiencia Alimentaria, además de la mejora de la producción, la contextura física y la salud, es el siguiente paso en la cría de ganado", afirma Alders.
Por cierto, el ganadero resalta que la Eficiencia Alimentaria no puede separarse de la producción, la longevidad, la salud y la fertilidad. “Una novilla con una alta Eficiencia Alimentaria que se vuelve inactiva tras una lactación no es, obviamente, eficiente", pone como ejemplo. Por lo tanto, para Alders, un rebaño sano y de alto rendimiento sigue siendo la base del objetivo de cría. Pero la mejora de la Eficiencia Alimentaria es el siguiente paso en la cría que puede aportar un plus adicional. No solo es interesante desde el punto de vista económico, sino que también contribuye a la sostenibilidad de la ganadería lechera. Porque si una vaca necesita menos alimento para la misma producción de leche, también hay menos pérdidas de, por ejemplo, nitrógeno y metano por kg de leche", explica.
El balance alimentario, cifra clave
La familia Alders trabaja en una granja intensiva con una producción de más de 45.000 kg de leche por hectárea y tiene que comprar una parte importante de su alimento. “Aspiramos a una alta producción de leche por vaca, porque es lo más rentable para nosotros. Tenemos que comprar alimento y eliminar el estiércol. Por eso, el balance alimentario (producción de leche menos costes de alimentación) es una característica económica muy importante que debemos gestionar", explica el ganadero.
La ración básica de las vacas lecheras contiene (sobre la base de materia seca) un 40% de productos concentrados. Además, las vacas se alimentan con concentrado individual en función de la producción. Con esta ración, los animales producen una media anual móvil de más de 11.000 kg de leche con un 4,30% de grasa y un 3,63% de proteína.
Eficacia con forraje y concentrado
En su granja, la familia Alders recibe regularmente a grupos de ganaderos que vienen a informarse sobre el estudio de consumo de alimento CRV. “Una pregunta frecuente es si no es lo mismo criar vacas eficientes que vacas que comen mucho concentrado", dice Alders. Alders puede refutar esta suposición con cifras. El 25% de las vacas con mayor Eficiencia Alimentaria consumen de media un total de 11,3 kg de concentrado para una producción de 39,7 kg de leche, es decir, 0,28 kg de concentrado por kg de leche. Las vacas con el 25% de eficiencia alimentaria más baja necesitan 11,0 kg de concentrado para una producción de 32,2 kg de leche, es decir, 0,34 kg de concentrado por kg de leche. Así pues, las vacas con una alta eficiencia alimentaria convierten de forma más eficiente en leche el forraje en bruto como alimento concentrado", concluye.