Woods Hill Farm en Turín, Nueva York, es el hogar de casi 800 vacas lecheras con un promedio en el estanque de 80 libras, casi un 4 por ciento de grasa y un 3.2 por ciento de proteína. El rebaño se ordeña tres veces al día. También han recibido el premio leche de calidad superior durante 15 años y más por su lechería.

La historia de Woods Hill Farm es única e inspiradora. Mike Branagan respondió a un anuncio de búsqueda de ayuda en el periódico local que le consiguió algo más que un trabajo: terminó convirtiéndose en copropietario de Woods Hill Farm. La esposa de Mike, Emily, dejó su trabajo diario como técnica de farmacia para tener la oportunidad de manejar y criar a los terneros en Woods Hill. En 2017, su hijo menor, Corey, también se convirtió en copropietario. Él juega un papel activo en ayudar a
administrar las tareas diarias en la finca.

Emily es una productora orgullosa y su amor y pasión por su rebaño brilla a través de todas sus palabras. Ella dice que desde que usó la genética CRV, sus vacas se han vuelto notablemente más saludables, más animadas y, además, más fáciles de manejar. “No hay más problemas con ellas. Puedes ver la diferencia, son geniales “, dijoEmily con orgullo.

Los productores de leche tienen plena confianza en su asesor de cría, Tim Fargo, quien los está ayudando a alcanzar sus metas futuras. “El uso de más genética Holstein Holandesa, a través de CRV, les ha permitido alcanzar sus objetivos y vivir verdaderamente una vida mejor”, dice Tim.

Woods Hill se centra en la cría de vacas que generen más dinero: leche, grasa y proteína. Mediante el uso de genética CRV de élite y un manejo de primer nivel, Woods Hill ha podido avanzar a pesar de encontrarse en una economía lechera difícil, lo que les permite convertir su visión en realidad. “Nos encanta lo que hacemos”, dice Emily. “Nos entregaron una finca que ejemplifica una pasión arraigada y un plan para llevar
adelante este legado”.

Farm profile