«El vínculo con nuestras vacas es muy especial»

Pieter D’Hooghe

«Desde que yo era un niño, toda la familia ayudaba en la granja: mi hermano en el tractor, mis hermanas con los gatos, las cabras y los conejos y yo, entre las vacas. Siempre me parecía divertido ayudar con las vacas. Y aún me parece divertido, también ahora, que tengo la empresa junto con mis padres y trabajamos diariamente en ello. Conocemos a cada una de las vacas personalmente. Desde lejos ya podemos ver cuál es exactamente la vaca en celo o si le pasa algo. Sabemos de memoria la procedencia de cada vaca y cómo es su producción. El vínculo con nuestras vacas es realmente especial y eso es lo que me gusta tanto de mi trabajo.

Nombre: Pieter D’Hooghe
Edad: 32
Lugar: Nieuwkerken-Waas
Número de vacas: 150
Formación: agro- y biotecnología, especialización agricultura en Sint-Niklaas

Rápido traspaso para poder construir

«Desde hace tres años, la mitad de la empresa está a mi nombre, pero desde 2015 trabajo en la explotación con plena dedicación. Entré de manera bastante fluida y rápida en la explotación, porque queríamos construir un nuevo establo con un nuevo robot de ordeño. Era más rentable que lo financiara un ganadero joven, así que de repente las cosas sucedieron muy rápido. Pero el plan siempre fue que me hiciera cargo del negocio y la responsabilidad ha sido mía todos estos años».
«Generalmente me encuentro donde están las vacas y me encargo de la alimentación; mis padres se preocupan más de la contabilidad, por ejemplo, y del ordeño en el establo antiguo, allí tenemos todavía una fosa de ordeño. También tenemos suficiente que hacer con nuestras otras actividades. Por ejemplo, las clases de la escuela nos visitan y pueden dar un paseo conmigo en el tractor y el carro entre las vacas. Y tenemos patatas y arándanos, que nosotros mismos cosechamos, y vendemos en nuestra tienda en casa.»

Sueños con honderdtonners (vacas que han producido más de 100 mil litros)

«Mi sueño había sido siempre obtener una honderdtonner. Vacas sostenibles, que duran mucho, es en eso que quiero seguir trabajando. Después de tener diversas vacas que, desgraciadamente, no llegaban a los cien mil litros, ¡desde hace poco más de un año, tenemos cuatro! Pero no se trata para mí solo de los litros de leche, aunque actualmente, con el alto precio de la leche, resulta bastante atractivo lograr una buena producción. Los costes aumentan también con fuerza, y a veces eso me preocupa un poco. En principio, las cosas deberían ser así que si las vacas producen bien, las finanzas también. Y preocuparme de que las vacas estén sanas y duren mucho, eso es lo que más me gusta hacer.»