En agosto de 2017, la granja lechera dirigida por la familia Alders se convirtió en el primer sitio de pruebas de CRV en medir el consumo de pienso de animales individuales. “Damos la bienvenida a nuevos desarrollos y esta granja tiene una larga relación con CRV”, explica Willem Alders (29), quien tiene un rebaño de 200 vacas lecheras y vacas embarazadas y 90 cabezas de ganado joven en Overloon, Países Bajos. En un inicio fue escéptico. “El concepto de eficiencia alimentaria no es algo que realmente capture la imaginación aun en la producción de lácteos. El tipo de granja y la estructura de edades del rebaño también tienen una significativa influencia en la eficiencia alimentaria”, comenta Alders. Sin embargo, sintió entusiasmo por el valor de crianza durante una visita al Dairy Campus en Leeuwarden. “La diferencia entre los animales individuales resultó ser enorme. Y tampoco se puede ver a simple vista. Medir realmente es saber: esa es la esencia de la historia”.
La eficiencia alimentaria revela enormes diferencias
En diciembre, CRV presentó el valor de crianza de eficiencia alimentaria. Durante varios años, Willem Alders ha realizado pruebas de pienso para CRV. Él observa enormes diferencias, incluso en vacas similares.
Willem Alders: “La base de nuestra meta de crianza sigue siendo tener una vaca saludable, con una larga vida productiva según el estilo de la administración de la granja”
Enormes diferencias
Alders tiene tres grupos de producción, un grupo de alta producción, un grupo de prueba y un grupo de baja producción. A todas las vacas se les alimenta con la misma ración básica. Al grupo de alta producción y al grupo de prueba se les da una ración adicional de concentrados. El grupo de prueba está compuesto básicamente por animales que están entre el día 90 y el día 150 del periodo de lactancia. “Tenemos 20 comederos, los cuales se usan para alimentar a los animales de este grupo de forma individual”, explica Alders.
El consumo de pienso se mide las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Esto brinda un flujo de datos que CRV procesa. Alders recibe un resumen mensual. “Las diferencias entre los animales individuales son enormes. Algunas vacas convierten 1 kg de pienso de materia seca en 1.2 kg de leche corregida para el porcentaje de grasa-proteína (o FPCM, por sus siglas en inglés), mientras que otras logran 1.8 kg de FPCM. “El ingreso del 25 % de las mejores vacas es de €3 más por vaca por día que el 25 % de nuestras peores vacas. Hasta me atrevo a decir que en cada granja se pueden encontrar vacas que no contribuyen al ingreso proveniente de la leche”, indica Alders.
No críe a ciegas
La cantidad de pienso que consumen las vacas afecta los costos y los ingresos por día. No obstante, la producción de leche sigue siendo un factor decisivo más importante que el consumo de pienso. Por esa razón, Alders no quiere criar “a ciegas” para la eficiencia alimentaria. “La base de nuestra meta de crianza sigue siendo tener una vaca saludable, con una larga vida productiva según el estilo de la administración de la granja”. El productor lechero tiene curiosidad de ver cómo la introducción de este valor de crianza será recibido en los círculos de producción lechera. “Si me lo preguntan, en algún momento este valor de crianza estará tan bien establecido y aceptado como, por ejemplo, la salud de las pezuñas. Y, en cuanto a los objetivos en pos del medio ambiente, ciertamente vale la pena considerar la eficiencia alimentaria”.
CRV presentó un valor único de crianza para la eficiencia alimentaria. CRV es la única compañía en el mundo que basa este valor de crianza en datos reales de consumo de pienso.
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