Diez años de selección genómica: el inicio de una revolución

“La selección genómica revolucionó totalmente el mundo de la reproducción”. Sander de Roos, director global de genética y actualmente responsable de las actividades de reproducción global de CRV, no oculta su admiración. En las primeras etapas, los valores genéticos se calcularon basándose en 3000 marcadores en el ADN; hoy esa cifra se ha elevado a 80.000. Para permitir un cálculo confiable de los valores genómicos de reproducción, primero se tuvo que crear una población de referencia de un tamaño razonable. Se dio un gran paso adelante cuando las poblaciones de referencia en varios países europeos se fusionaron en el marco de la asociación EuroGenomics. Esta base de datos ahora contiene información sobre el rendimiento de 1,6 millones de animales genotipados, incluidos 40.000 toros probados con sus crías.

Hoy en día, la selección genómica es parte integral de la práctica de reproducción diaria. En los Países Bajos y Flandes, por ejemplo, alrededor del 72% de las inseminaciones Holstein se realizan con semen de toros genómicos. En el último ejercicio, aún no se conocía información sobre las crías de seis de los diez toros - Blanco y Negro - más utilizados. En Flandes, esa cifra era aún mayor en ocho de cada diez. En ambos países, el toro más popular entre los criadores del segmento -Rojo y Blanco - también fue un toro genómico (Delta Mauro). Cuando se trata de utilizar toros genómicos, los productores de leche en los Países Bajos y Flandes son relativamente cautelosos. “En otros países, más del 80% de las inseminaciones se realizan con semen de toros genómicos.

«Todos los ganaderos pueden beneficiarse de las ventajas de la selección genómica, incluidos los ganaderos que utilizan solo toros probados con crías con alta fiabilidad», menciona De Roos. “Como los toros genómicos se utilizan ampliamente tan pronto como están disponibles, hay un gran número de hembras lactantes después de tres años. Esto muestra valores genéticos altamente confiables para tales toros”, explica. «Las primeras crías de los toros genómicos de hoy se pueden comparar con la» segunda generación «de los toros en espera utilizados en ese entonces», según De Roos.

Sin embargo, una reproducción más rápida y una selección más precisa también conlleva un riesgo: la endogamia. Desde la introducción de la selección genómica, el grado de parentesco en la población Holstein ha aumentado a un ritmo más rápido, pero la técnica también ofrece oportunidades para manejar y controlar la endogamia.

¿Los toros jóvenes se encuentran a la altura de lo que prometen sus altos valores genómicos de reproducción? Esta fue una pregunta muy planteada en los círculos prácticos cuando se introdujo la selección genómica. Para responder a esta pregunta, Gerben de Jong analizó las cifras de 738 toros a los que se les asignó un valor de crianza en los últimos cinco años en función del desempeño de sus crías. Comparó el análisis con los últimos valores genómicos de estos toros. La Tabla 1 muestra los resultados del análisis. «En promedio, los toros caen seis puntos en el NVI cuando sus crías comienzan a lactar», afirma de Jong. “Esa diferencia es relativamente pequeña y también se aplica a los otros valores genéticos de producción, conformación, longevidad y salud. En promedio, los valores genómicos de reproducción representan una buena estimación de la predisposición genética de los toros”, concluye. “El valor de reproducción de los toros genómicos promedia 100 puntos NVI más alto que el valor de los toros probados con crías. Incluso con una caída de seis puntos, sigue siendo una gran diferencia. Esto significa que los ganaderos que utilizan semen de toros genómicos, mejorarán el nivel genético de su hato más rápidamente «.

Sin embargo, más importante que el promedio son las desviaciones de los toros individuales. “Nadie quiere un toro genómico de alta puntuación que no cumpla con las expectativas. Pero también se aplica lo contrario: es una pena que un toro lleno de potencial sólo se identifique cuando sus crías están en período de lactancia”, explica de Jong. Para obtener una mejor comprensión de las cifras de desviación de los toros individuales, se dividieron los mismos 738 toros en cinco grupos según su valor genómico de reproducción para NVI. Luego se hizo la misma distribución basándose en el valor genético derivado de los datos sobre las crías de los toros.

La Tabla 2 muestra los resultados del análisis. De los 148 toros cuyo valor genético los colocó en el 20% superior, 88 (59%) también se ubicaron entre el mejor 20% en función de su valor genético probado con crías y 47 (32%) se ubicaron en la categoría inferior. Por el contrario, se estimó correctamente que el 70% de los toros con la puntuación más baja tenían un valor genético limitado en función de sus valores genómicos. Las cifras revelan claramente que, diez años después de su introducción, los valores genómicos de reproducción son una buena estimación de la predisposición genética de los toros. Pero las mismas cifras también muestran que los valores genómicos de reproducción no son una verdad absoluta; siempre habrá algunos toros que defrauden o superen las expectativas. «Por tanto, el consejo que se les da a los ganaderos para que manejen sus opciones al utilizar toros genómicos sigue en pie», dice de Jong.

Una segunda revolución, en la que nos encontramos hoy en día, es la selección genómica que los ganaderos aplican a sus propios rebaños. Más de 2500 productores de leche en los Países Bajos y Flandes utilizan actualmente este servicio. Esto significa que anualmente se genotipifican alrededor de 100.000 terneros (as).

Posibilidades ilimitadas
Parece que las pruebas genómicas se convertirán cada vez más en una práctica estándar. «Creo que, en última instancia, será tan normal como el registro del libro genealógico». Con los datos genómicos, los ganaderos tienen una forma de lograr un progreso genético mucho más rápido en sus propios rebaños y de acuerdo con sus propios objetivos de reproducción. Los datos del genoma permiten una selección confiable de los animales utilizados para la reproducción. Combinado con el uso de semen sexado para inseminar a los animales mejor clasificados y semen de toros de carne para los miembros del hato de menor rango, dará otro impulso al ritmo del progreso genético”. La revolución que comenzó hace diez años aún no se detiene.