EL mercado de IA en Brasil crece a enorme velocidad

Las cifras de crecimiento son impresionantes. En el ejercicio 2018-2019, el mercado de IA de Brasil creció un 19 por ciento. Pero eso no es nada comparado con el ejercicio de 2019-2020: en este período, el mercado de IA aumentó otro 31 por ciento hasta un volumen de alrededor de 22 millones de dosis. La sucursal sudamericana de CRV se benefició de este fuerte aumento de la demanda. «Durante años escribíamos números rojos en Brasil», dice Rudi den Hartog, que lleva las riendas desde hace dos años. «Pero el año pasado CRV obtuvo por primera vez números positivos».
El ganado de carne es claramente el impulsor de esos impresionantes números. El mercado de la inseminación para ganado lechero se extendió el año pasado aproximadamente un 10 a 12 por ciento. El crecimiento del ganado de carne fue significativamente mayor. Den Hartog no necesita buscar largas explicaciones para este fenómeno. «Debido al brote de peste porcina en China en 2018, la demanda de carne de cerdo y pollo proveniente de Brasil ha aumentado enormemente. A raíz de esto, creció también la demanda de carne de vacuno. Los precios de la carne aumentaron considerablemente, lo que animó a los empresarios a expandirse».

Según Den Hartog, este espacio también está disponible en Brasil, que ya es el mayor exportador de carne de vacuno del mundo, con unos 2,3 millones de toneladas de carne anuales. «Tenemos más que suficiente tierra, sol, luz y agua. El clima nos permite cultivar tres tipos de cosechas al año. En enero, se cosecha la soja, luego sembramos en la misma parcela maíz y hierba tropical .
Con una buena gestión, la verdad es que no hay límites, pero la gente debe estar dispuesta a invertir.’ Den Hartog destaca los 200 millones de hectáreas de pastizales con los que cuenta Brasil. «De estos, aproximadamente 130 millones de hectáreas son antiguos pastizales mal fertilizados. Con la fertilización adecuada y nuevas variedades, la hierba tropical puede crecer aquí de 8 a 10 centímetros al día. Actualmente, producimos 67 kilos de carne por hectárea anual en Brasil. Esto puede fácilmente triplicarse o cuadruplicarse», opina el neerlandés, que vive hace ya 37 años en Brasil.

De granjas grandes con 50.000 unidades de ganado de carne a granjas pequeñas con 10 a 20 vacas lecheras; la variedad en las empresas es grande en Brasil. «La mayoría de las explotaciones lecheras tienen entre 300 y 500 vacas. La mayoría de los productores de carne tienen entre 3.000 y 5.000 reses», según Den Hartog. En conjunto hay unos 214 millones de cabezas de ganado. Más de las tres cuartas partes de la ganadería brasileña corresponde a ganado de carne; casi un cuarto corresponde a ganado lechero.
Pero el grado de inseminación es bajo: solo 22 por ciento de las hembras en edad fértil se inseminan. En el ganado lechero, ese porcentaje es incluso ligeramente inferior. «Es decir, también allí existe un enorme potencial», señala Den Hartog. «Actualmente estamos considerando volver a ofrecer cursos de inseminación. Debemos enseñar a los ganaderos a inseminar, de lo contrario no creceremos». La inseminación artificial en Brasil se lleva a cabo de manera diferente a la forma en que lo hacen los productores lecheros en Holanda y Flandes.

Con tratamientos hormonales, los ganaderos sincronizan el celo de las vacas. De este modo pueden inseminar a los animales en un corto período de tiempo. Este es sin duda una solución para las grandes explotaciones cárnicas con miles de hectáreas», relata Den Hartog. «Allí es más fácil juntar todas las vacas que irlas seleccionando individualmente para inseminarlas».

Que el mercado de IA está creciendo en Brasil, lo nota Den Hartog muy bien en su propia estación de IA, Bela Vista. «El año pasado se produjo un crecimiento explosivo de toros de los que se obtiene el esperma. En Bela Vista tenemos ahora 180 toros más que un año atrás en esta época». Bela Vista es el producto estrella de CRV en Sudamérica. La hipermoderna estación de IA se encuentra en Botucatu, en el estado de São Paulo, en el sur de Brasil, a unas tres horas en coche de la oficina de CRV en Sertãozinho. El terreno de 130 hectáreas se encuentra a una altura de 1.100 metros. Esto es agradable especialmente para los toros angus. Ellos prosperan mejor en un clima menos caliente», señala Den Hartog.
También debido a su ubicación aislada – no hay explotaciones lecheras ni de ganado de carne en los alrededores – CRV eligió este emplazamiento. El terreno tiene 130 hectáreas, para que la organización de cría también pueda producir su propio alimento crudo. En esta estación de IA, inaugurada en 2017, hay sitio para unos 500 toros. Hay Holstein, pero también están representadas razas de leche tropicales Gir y Girolando y razas de ganado de carne como Nelore y Angus. Al aire libre, cada uno tiene su propio campo, incluyendo un cobertizo. Caminos pavimentados conducen a los toros a una sala de recolección de semen interior, donde saltan diariamente 75 a 80 toros. Por un sistema neumático subterráneo, las pajillas producidas van directamente al laboratorio.

El año pasado Bela Vista produjo más de 4,1 millones de dosis. «De cada tres pajillas producidas en Brasil, una viene de aquí», dice Den Hartog orgulloso. «Bela Vista es la estación de IA más grande de Sudamérica».
Las pajillas no están destinadas solo al uso propio. Cerca de un 45 por ciento corre por cuenta de CRV, que tiene cerca de 180 a 200 toros en establos en Botucatu. Otras organizaciones de IA también permiten que se obtenga el semen de sus toros en Bela Vista. «A menudo se trata de toros cuya producción de semen no resulta sin esfuerzo. Esto a menudo resulta aquí», señala Den Hartog. Las granjas lecheras y cárnicas más grandes también acuden a Bela Vista para congelar el semen de sus toros.

El límite no son las 4 millones de dosis, si fuera por Den Hartog. «En tres años queremos llegar a una producción de 7,5 millones de dosis», así es como desarrolla sus ambiciosos planes. El año pasado se añadieron 75 campos para toros, pero este número aún tiene que duplicarse en opinión de Den Hartog. La construcción de una segunda sala de recolección de semen también está en el programa. Con esta ampliación, Den Hartog espera incluso aumentar la venta de esperma de CRV. El año pasado, CRV vendió 2,4 millones de dosis, pero con ese número, el director ejecutivo todavía no está satisfecho. «Debemos alcanzar cuanto antes los 3 millones de dosis. Pero al final quiero llegar a 6 millones, con el ganado de carne como el canal de ventas más importante». El ganado de carne tiene ahora una cuota de 75 por ciento en el mercado de inseminación brasileño, que se distribuye uniformemente entre Nelore y angus. Esa última raza también se utiliza para cruzar con Nelore, la mayor raza de carne durante años en Brasil. «La raza Angus es la deseada porque los animales crecen más rápido y la carne es más veteada», señala Den Hartog. «El engorde en Nelore lleva mucho tiempo, pero son más resistentes a las condiciones en Brasil. El cruce de estas razas es por lo tanto popular. También vemos un aumento de cruces con toros angus en razas de ganado lechero tropical».
El ganado de carne también desempeña un papel destacado en las exportaciones. CRV exporta de Brasil anualmente unas 130.000 dosis. El objetivo es triplicar este número en los próximos cinco años, hasta unas 500.000 dosis. «Podemos vender bien el esperma de toros Nelore y Angus en los países circundantes, mientras que exportamos el esperma de las variedades tropicales Gir y Girolando a países como Ecuador, Colombia y Guatemala».

CRV en Brasil no tiene su programa de cría propio, ni para Holstein y razas lecheras tropicales, pero tampoco para razas de ganado de carne. «Adquirimos toros con los criadores contratados. Para Holstein dependemos de toros del programa TPI y NVI. Hay un buen mercado aquí para toros NVI, pero noventa por ciento del mercado brasileño de Holstein es americano». Una tendencia creciente en Brasil es también el uso de embriones. «Los ganaderos están descubriendo que de esta manera pueden avanzar aún más rápido. Conozco una explotación lechera que mediante el uso de embriones creció en poco tiempo hasta una producción de 21.000 kilos de leche y que quiere llegar a 60.000 kilogramos de leche al día», afirma Den Hartog.
No son solo los productores de leche que ven oportunidades en el uso de embriones. «Observamos una tendencia que también los ganaderos de carne usan cada vez más embriones. Ven un valor añadido en una producción cárnica uniforme. Existen explotaciones que usan de 5.000 a 10.000 embriones al año».