“Al considerar la eficiencia alimentaria en la cría, contribuimos a reducir los costos de alimentación”

“La compra de alimento es un costo importante en nuestra explotación. Al centrarnos en la eficiencia alimentaria, podemos reducir de forma considerable estos costos”. Con esta explicación, el productor lechero Wietse Duursma muestra su interés por la eficiencia alimentaria. Desde hace tres años, CRV mide la ingestión de alimento y la producción de cada una de las vacas de su explotación. Las diferencias en la eficiencia alimentaria resultan ser mucho mayores de lo que se pensaba.

La explotación lechera de Wietse Duursma en Bellingwolde (Países Bajos), es uno de los lugares en los que CRV mide la ingestión de alimento y la producción de leche de cada vaca. Los resultados de estas mediciones se utilizan, entre otras cosas, para estimar los valores genéticos de la eficiencia alimentaria.

“La mejora de la eficiencia alimentaria es muy interesante en nuestra explotación”, explica Duursma, mostrando su interés por la investigación. “Tenemos unas 300 vacas lecheras y 150 cabezas de ganado joven, en 100 hectáreas de superficie. Esto significa que tenemos una explotación intensiva y solo podemos cultivar parte del alimento nosotros mismos”, afirma. Para satisfacer las necesidades de forraje, el productor lechero trabaja con agricultores de la zona y también compra concentrados. “La compra de alimento es, por lo tanto, un costo importante en nuestra explotación. Al centrarnos en la eficiencia alimentaria, podemos reducir de forma considerable estos costos”, explica Duursma.

Diferencias en la eficiencia alimentaria, mayores de lo que se pensaba

CRV mide desde hace tres años la ingestión de alimentos de cada vaca, en la explotación de la familia Duursma. El productor ha aprendido mucho de ello. “Pensábamos, por ejemplo, que podíamos predecir razonablemente las diferencias en la eficiencia alimentaria, en función de los rasgos externos de las vacas. Pero resulta que no es así. Vacas con el mismo aspecto exterior y la misma producción pueden diferir de forma considerable en la ingestión de alimento. Por lo tanto, las diferencias en la eficiencia alimentaria no pueden verse en el aspecto exterior. Realmente, para entender bien esto hay que medir la ingestión de alimento”, dice Duursma.

También se sorprendió al ver la magnitud de las diferencias entre las vacas. “Las vacas menos eficientes obtienen 1,2 kilogramos de leche por kilo de materia seca, mientras que las mejores vacas producen 2 kilos de leche por kilo de materia seca, con el mismo alimento”, explica. “Con un precio de la leche de 50 céntimos, un precio del forraje de 25 céntimos y un precio del concentrado de 35 céntimos, las vacas mejores obtienen ingresos adicionales sobre los costos de alimentación de 3 euros por vaca, por día, en comparación con las vacas peores", calcula.

Tres años de investigación también han enseñado a Duursma que las vacas con una alta eficiencia alimentaria utilizan eficientemente tanto el forraje como el concentrado. Por eso, según él, la suposición de que las vacas obtienen una mayor eficiencia alimentaria principalmente del suministro extra de concentrados, no es correcta.

La eficiencia alimentaria es importante en las estrategias de cría

Teniendo en cuenta la experiencia adquirida en su propia explotación, en los últimos años Duursma ha prestado deliberadamente más atención al valor genético de la eficiencia alimentaria de CRV, en sus estrategias de cría. De hecho, las diferencias en la eficiencia alimentaria parecen ser en gran medida hereditarias. “Ahora damos más importancia a los valores genéticos de la eficiencia alimentaria al realizar los apareamientos en el Programa de asesoramiento sobre toros (SAP, por sus siglas en holandés). Y también tenemos en cuenta este rasgo a la hora de seleccionar los toros. Esto significa que ahora solo utilizamos toros con un valor genético de al menos 106 para la eficiencia alimentaria”, explica el productor.

El efecto de la mejora de la eficiencia alimentaria puede verse en la figura 1. Esta figura muestra la evolución histórica del valor genético promedio de la eficiencia alimentaria, por año de nacimiento de los terneros, en la explotación de Wietse Duursma, desde 2016. Tras el inicio de la investigación sobre la ingestión de alimento, el productor empezó a considerar más conscientemente la eficiencia alimentaria en las estrategias de cría, lo que se tradujo en un salto en la predisposición genética

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Figura 1 – Evolución del valor genético promedio de la eficiencia alimentaria, por año de nacimiento de los terneros, en la explotación de Wietse Duursma

Los ingresos sobre los costos de alimentación aumentan, gracias a la mejora de la eficiencia alimentaria

La línea de puntos de la figura 1 muestra la tendencia del progreso genético alcanzado en la eficiencia alimentaria, entre 2016 y 2023. Si Duursma mantiene esta tendencia en los próximos años, los terneros nacidos en 2030 tendrán un valor genético promedio de 107,5 para la eficiencia alimentaria, según muestra la figura 2.

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Figura 2 – Evolución prevista del valor genético promedio de la eficiencia alimentaria, por año de nacimiento de los terneros, con las mismas estrategias de cría, en la explotación de Wietse Duursma
“Las diferencias en la eficiencia alimentaria no pueden verse en el aspecto exterior de las vacas”.

Si la estructura por edades del ganado de Wietse Duursma se mantiene en los próximos años, la predisposición genética a la eficiencia alimentaria de los animales productores de leche alcanzará una media de 104,8 en 2030, mientras que en 2022 era de alrededor de 100.

Un punto más en el valor genético de la eficiencia alimentaria significa un 1 % más de leche, con la misma cantidad de alimento. Esto implica que en 2030 el ganado de Wietse Duursma producirá aproximadamente un 4,8 % más de leche con la misma cantidad de alimento, que en 2022. Si la producción de leche en 2022 fue, en promedio, de 10 000 kg por vaca, en 2030 será, en promedio, de 10 480 kg por vaca, con los mismos costos de alimentación. A un precio de la leche de 50 céntimos, esto significa un ingreso adicional sobre los costos de alimentación de 240 euros por vaca.

Una mejor eficiencia alimentaria significa menos pérdidas

“En los próximos años, esperamos lograr un aumento sustancial de la predisposición genética a la eficiencia alimentaria”, señala Duursma. “Esto nos permite producir más leche con la misma cantidad de alimento. Además, si las vacas obtienen más leche con la misma cantidad de alimento, hay menos pérdidas y también disminuye la emisión de gases de efecto invernadero por kg de leche. Algunos de los procesadores de lácteos ya han incluido la huella de carbono de la producción de leche en su sistema de pago. Pienso que este rasgo va a cobrar más importancia aún en el futuro”, predice Duursma.

CRV realizó un video sobre la explotación de la familia Duursma. En él, Wietse explica lo que le han enseñado tres años de investigación sobre la ingestión de alimentos. Haga clic aquí para ver el video.

“Las vacas con una alta eficiencia alimentaria utilizan eficientemente tanto el forraje como el concentrado”.
"Ahora sólo utilizamos toros con un valor genético de al menos 106 para la eficiencia alimentaria"